Descubre la desconocida historia oculta tras los códigos QR

Aunque ahora los vemos por todas partes, su uso popular es relativamente reciente. Lo que no todo el mundo sabe es que los QR-Codes llevan usándose desde el pasado milenio y su origen está lleno de curiosidades.


Desde mensajes de texto a completas guías pasando por pasajes de vuelo y tarjetas de contacto, los códigos QR ya se han convertido en parte de nuestras vidas, pero… ¿Conoces su particular historia?


Una industria creciente

Dijo Henry Ford que si le hubiera preguntado a la gente qué querían le habrían respondido que "caballos más rápidos".

No es de extrañar que fuera en la industria automovilística donde los QR-codes vieron la luz.

Fue en Japón, en una empresa llamada Denso Wave. Esta subsidiaria de Toyota manufacturaba (y manufactura) gran cantidad de componentes para la industria del automóvil. A medida que esta se volvía más compleja, la logística de sus piezas también se volvía más difícil de manejar. Llegó un punto en que los trabajadores tenían que leer hasta más de 10 códigos de barras para un solo componente. Empezó a aparecer la necesidad de poder leer más información en menos tiempo.

Edificio de la sede de Denso en la ciudad de Kariya, prefectura de Aichi
Edificio de la sede de Denso en la ciudad de Kariya, prefectura de Aichi

Complejidad y datos

Toda la información relacionada con las piezas llegó a convertirse en un lastre para la gestión.

Por otro lado, las lecturas de códigos de barras cada vez se encontraban más al límite de su capacidad en otros escenarios, como en los supermercados. En esas matrices unidimensionales ya no cabía toda la información que sería deseable frente a las nuevas necesidades de seguimiento y control de los productos.

Fue entonces cuando Masahiro Hara, ingeniero Jefe de Denso, pensó en añadir una dimensión más a los códigos de barras, de forma que su capacidad de almacenamiento se incrementara exponencialmente.

Un juego milenario como punto de partida

Para ello, Masahiro Hara se inspiró en el Go, un juego de mesa chino con más de 4.000 años de antigüedad.

Hara se dió cuenta de que disponiendo los bits de información como las piezas blancas y negras sobre el tablero del Go, se podía almacenar mucha más información. Por lo que ese fue su punto de partida para crear un sistema de lectura de datos que permitiera transmitir un mayor volumen de información más rápidamente.

Go, el juego en el que se inspiró Masahiro Hara para desarrollar los QR-Codes
Go, el juego en el que se inspiró Masahiro Hara para desarrollar los QR-Codes

 

El desafío de la velocidad de lectura en los códigos QR

Estaba claro que el nuevo sistema iba a tener que ser bidimensional, pero ello añadía un problema: la velocidad de lectura.

Hara y su equipo estuvieron realizando pruebas y experimentos durante más de un año hasta encontrar un patrón fácilmente identificable que permitiera una lectura rápida desde cualquier lector bidimensional, es decir, cualquier cámara.

El reto consistía en presentar una imagen cuya configuración incluyera un patrón fácilmente identificable y que fuera difícil de confundir con su entorno, para poder situar y leer la información prácticamente en tiempo real. Tras miles de pruebas, dieron con el actual sistema de tres cuadrados del mismo tamaño en tres esquinas y otro menor alineado con los anteriores, que permiten al sistema "ver" la matriz de puntos de forma legible sin importar la distancia, el ángulo o la perspectiva con que la imagen es tomada.

Gracias a eso, los lectores de QR pueden dar una respuesta veloz (hasta diez más rápida que los códigos de barras), que es lo que significan sus siglas QR: Quick Response (respuesta rápida).

Partes de un QR-Code para favorecer su respuesta rápida
Partes de un QR-Code para favorecer su respuesta rápida

Implementación, proyección y asentamiento

Finalmente, en 1994 se presentó el QR-Code. Para que fuera realmente útil, había que espolear su uso. Así, sería una verdadera herramienta de tracking. En caso contrario, nunca pasaría de ser una herramienta interna, y eso hubiera sido una lástima visto su poder potencial.

Uso en cadenas de montaje

Gracias a los esfuerzos realizados por Denso para presentarlo a la industria, esta lo adoptó en sus herramientas de gestión de la producción. La versatilidad del QR-Code permitía usarlo lo mismo para tracking de piezas como para envíos, comprobantes, y un largo etcétera.

Coincidiendo con un aumento de la demanda de transparencia en los procesos de producción, pronto otras industrias empezaron a usarlo, como la de la alimentación, farmacéuticas y de oftalmología.

Código abierto

Una de las estrategias más inteligentes para alcanzar su implementación fue presentarlo como open source. De esta forma, cualquiera podía usarlo libremente. Aunque Denso conserva los derechos sobre la marca QR-Code y la propiedad intelectual, cualquiera puede usar los códigos QR sin restricciones, lo cual ha facilitado enormemente su expansión.

Vacas locas

A partir de la crisis sanitaria provocada por el conocido mal de las vacas locas, la sociedad requirió sistemas de monitorización y seguimiento más transparentes y eficaces, para lo cual los códigos QR supusieron una solución rápida y eficaz en buena parte de estos procesos. Aun así, su uso seguía restringido a la industria y su popularización aún no terminaba de producirse.

Covid-19

Finalmente, y aunque su uso ya estaba empezando a despuntar cada vez más para usos cotidianos, fue a raíz de la pandemia del Covid-19 cuando su uso se disparó. Su lectura rápida desde la cámara de cualquier dispositivo, que permite la transferencia de información sin necesidad de contacto físico, ha supuesto el disparador definitivo para el uso cotidiano de los QR-Codes.

Lo que queda por delante

Cada vez más se encuentran soluciones prácticas e imaginativas para este formato que facilitan la vida a la gente y aumentan su seguridad.

Listas de precios, catálogos, billetes, dosiers informativos, notas, vCards, juegos, realidad aumentada y cada vez más opciones se abren camino a través de los códigos QR, al punto que pronto formarán parte del tejido funcional de toda empresa, tanto en su funcionamiento interno como en sus comunicaciones con los clientes. En realidad, ya lo estamos viendo.

No sorprende que cada vez aparezcan más compañías ofreciendo sistemas de gestión de QR-codes, tanto estáticos como dinámicos, para empresas y particulares. Hay que cubrir la necesidad de proveer de códigos QR fiables, ahora que han demostrado ser una solución eficiente a muchas de las situaciones que presenta la nueva realidad.